Investigaciones
EL NEGOCIO DE RICA MARTINELLI Y SU EXPAREJA EN LA AMP
La Autoridad Marítima de Panamá (AMP) enfrenta una crisis sin precedentes, que involucra conflictos administrativos, corrupción y negocios turbios ligados a los hermanos Martinelli. La situación amenaza con destruir la reputación del país como hub logístico internacional y podría llevar a la fuga masiva de empresas del registro de naves panameño.
El multimillonario negocio del búnker en la Bahía de Panamá —es decir, el abastecimiento de combustible a los miles de barcos que esperan cruzar el Canal— se ha convertido en la nueva mina de oro de Ricardo Martinelli Linares(Rica) y su ex pareja, conocido como “Mongo”. Durante el gobierno de su padre, Ricardo Martinelli, Rica manejaba lucrativos contratos de abastecimiento de combustible, que terminaron con la disolución de empresas y con el hermano de la excanciller Isabel de Saint Malo preso.
Pero en Panamá, las viejas mañas siempre encuentran camino. Ahora, Manuel Hernández (Mongo), a través de su hermano Rodrigo Hernández y la empresa ISS, volvió a controlar el negocio. La empresa clave en esta operación es Star Tankers, que maneja buques como el Star Goethals.
Además, grandes transnacionales del combustible están sacando sus buques de Panamá y llevándolos a jurisdicciones menos corruptas, dejando al país con menos actividad económica y menos empleos en el sector marítimo. Todo esto por el berrinche de los Martinelli y su círculo cercano, quienes no parecen tener suficiente con los saqueos anteriores.
Para asegurar su monopolio, la AMP, bajo el mando de Luis Roquebert, ha comenzado a retirar licencias a empresas que competían en el negocio del abastecimiento. Esto ha llevado a que grandes compañías navieras, consideren retirar la bandera panameña de más de 200 buques. Esta decisión no solo es un golpe al prestigio del registro panameño, sino que podría costarle al país millones en ingresos y miles de empleos.
La AMP, que debería ser una garantía de confianza y transparencia, parece estar haciendo todo lo contrario. La institución está facilitando el monopolio y permitiendo que unos pocos se llenen los bolsillos, mientras el país pierde competitividad y reputación a nivel internacional.
Panamá está en la cuerda floja. Si no se corrige esta vaina pronto, la fuga de empresas y la pérdida de confianza internacional podría ser catastrófica. Pendientes, que esto apenas comienza.