Integrantes de una secta que presuntamente explotaba laboralmente a sus víctimas -menores de edad y adultas- fueron llevados a una audiencia de control de garantías. Se les acusa de trata de personas en la modalidad de explotación laboral.
La Policía realizó allanamientos en Bethania, Paitilla, calle 50, la Avenida 12 de Octubre, El Cangrejo y Farallón. Este grupo ya había sido desmantelado en Venezuela y República Dominicana.
Cuatro venezolanos, un brasileño y un canadiense eran los encargados de reclutar y vigilar a las víctimas.
El grupo obligaba a cerca de 28 víctimas a trabajar en las calles vendiendo bisutería para entregarle el dinero a los líderes de la secta, les decían que el dinero se usaba para difundir las creencias religiosas del grupo.
Las autoridades de la secta eran veganas y controlaban la comida de sus víctimas, además de tenerlos en condiciones de mendicidad forzada.
La Policía Nacional y el Ministerio Público investigaron por tres meses el grupo antes de desarticularlo, todo después de una denuncia ciudadana.